lunes, 12 de diciembre de 2011

La humanidad no fue creada para servir a los mercados. Los mercados fueron creados para servir a la humanidad


   Conferencia de Jonathan Sacks, rabino de las congregaciones unidas de la Commonwealth y miembro de la Cámara de los Lores, en la Universidad Gregoriana de Roma / www.zenit.org /lunes 12 de diciembre de 2011

   Refiriéndose a la relación entre judíos y cristianos, el rabino jefe recordó que todo cambió el 13 de junio de 1960, cuando el historiador judío francés se reunió con Juan XXIII.

   A propósito del encuentro mantenido por la mañana con Benedicto XVI, lord Sacks dijo que hace medio siglo los judíos y los cristianos eligieron el diálogo cara a cara. Ahora ha llegado el tiempo en el que la colaboración entre judíos y cristianos se haga realidad poco a poco. “Los judíos junto a los cristianos -destacó- pueden enfrentarse a la secularización de Europa”.

   Según lord Sacks, Europa está perdiendo sus raíces judeocristianas, con consecuencias inimaginables en la literatura, arte, música, educación y política. “Cuando una civilización pierde su fe, pierde su futuro. Cuando recupere su fe, recuperará su futuro”, sostuvo el rabino jefe.

   “Por el bien de nuestros hijos y de sus hijos no nacidos todavía -añadió- nosotros, judíos y cristianos, juntos, debemos renovar nuestra fe y su voz profética. Debemos ayudar a Europa a encontrar su alma”.

   Para explicar la peculiaridad cultural de Europa, el rabino jefe explicó que el corazón de la cultura está en la religión, y este es el motivo por el que Occidente se ha distinguido por el desarrollo y el progreso.

   Lord Sacks recordó que China ya era tecnológicamente mucho más avanzada que Occidente antes del siglo XV. Los chinos inventaron la brújula, el papel, la imprenta, la pólvora, la porcelana, las máquinas para hilar y tejer. Pero no habían desarrollado una economía de mercado, no tuvieron una revolución industrial o un crecimiento económico sostenido. En China faltaba la herencia judeocristiana.

   A propósito de la contribución judía a la cultura económica, el rabino puso de relieve que aunque los judíos eran menos del 5% de la población del mundo, han ganado más del 30% de los premios Nobel de Economía. Por ejemplo, John von Neumann, Milton Friedman, Joseph Stiglitz, Daniel Kahneman y Amos Tversky.

   “El José de la Biblia -sugirió- podría haber sido el primer economista del mundo, descubriendo la teoría de los ciclos comerciales: siete años de abundancia, seguidos de siete años de vacas flacas. Y el estado financiero de Europa -añadió- sería mejor hoy si la gente conociese más el contenido de la Biblia”.

   Para lord Sacks, la tradición judeocristiana encarna valores fundamentales como el profundo respeto por la dignidad humana, ya que viene del mandato bíblico de “creado a imagen y semejanza de Dios”. Y después, el respeto por la propiedad privada y el gran aprecio por el trabajo. Dios le dijo a Noé que sería salvado pero que tenía que construir el arca.

   En este contexto, la creación de puestos de trabajo es la forma de caridad más alta porque le da a la persona la dignidad y la libertad de no estar a cargo de nadie. “En el judaísmo -destacó el rabino jefe- hay una actitud positiva hacia la creación de la riqueza, que responde a la colaboración con la obra creadora de Dios”.

   “Para el judaísmo -añadió- la característica más importante del libre mercado es la capacidad de aliviar los efectos negativos de la pobreza. La escuela rabínica -explicó lord Sacks- es favorable al libre mercado y a la competencia porque genera riqueza, precios más bajos, amplía la libertad de elección, reduce los niveles de pobreza, extiende la atención al medio ambiente por parte de la humanidad, restringe la medida en la que somos víctimas pasivas de las circunstancias y del destino. De este modo la libre competencia libera energías creativas y sirve al bien común”.

   Por estos motivos, la economía de mercado y el capitalismo moderno surgen en una cultura judeocristiana. De este modo, Europa ha desarrollado su propia cultura y su propia espiritualidad de una forma admirable; siendo la ética religiosa una de las formas que impulsaron esta nueva forma de creación de riqueza.

   Lord Sacks continuó afirmando que en la Biblia se encuentra la estructura de la legislación social, con las medidas de ayuda a los pobres, de deudas canceladas, los esclavos liberados en el año jubilar en el que la tierra se restituía a los propietarios originales.

   “En la Biblia -precisó- se encuentra un sistema social altamente sofisticado, en el que se afirma que los pobres deben disponer de medios de sustento, y que cada siete o más años la tierra y las riquezas se redistribuyen para corregir los desequilibrios de los mercados y establecer una equidad”.

   El rabino jefe concluyó afirmando: “Ha llegado el momento de recuperar una ética de la dignidad humana hecha a imagen de Dios. Cuando Europa recupere su alma, recuperará su riqueza. Pero antes debe recordar que la humanidad no fue creada para servir a los mercados. Los mercados fueron creados para servir a la humanidad”.





lunes, 5 de diciembre de 2011

El aborto terminará aboliéndose como la esclavitud

Ángel Pintado, senador del PP, considera que la batalla por la vida tiene todas las de ganar.



Entrevista de Marta Santín a Ángel Pintado, presidente de la Acción mundial de parlamentarios por la vida y la familia. /www.aceprensa.com /lunes 5 diciembre 2011



Ángel Pintado, ex diputado y ahora senador del PP, preside desde hace un año la Acción Mundial de Parlamentarios por la Vida y la Familia. A pesar de que la corriente abortista inunda todas las instituciones parlamentarias, él considera que la batalla por la vida tiene las de ganar. En el año 2002 comprometió su puesto político. Votó en contra de su partido en la reforma de la Ley de Reproducción Asistida junto con Luis Azpiroz (del PP) y Luis Silvia (CiU). En su opinión, con esta la ley “se abría la vía para la instrumentalización de la vida humana”. No solo no se le sancionó por aquella actuación, sino que además, su valentía hizo que muchos parlamentarios comenzaran a reflexionar sobre la vida, el aborto y la dignidad humana. Acaba de participar como invitado en el 30 aniversario de la Federación Provida.

Manifiesta una esperanza insólita y está fuertemente convencido de que la cultura de la vida vencerá a la cultura del derecho al aborto.

Mi esperanza no es una utopía. Se están produciendo grandes cambios culturales. En España, el gobierno socialista ha provocado un revulsivo en la sociedad. En la defensa de la vida existe, en mi opinión, un paralelismo con lo ocurrido con la esclavitud. Tuvieron que pasar varios siglos hasta que la abolieron. En el contexto de aquella época, no se tenía conciencia de que se estuviera haciendo algo mal, se veía la esclavitud como una necesidad económica para el progreso. Estoy convencido que llegará un día en que nacerá una declaración en un parlamento nacional o internacional, habrá un punto de ignición en el que se dé por abolido el aborto y yo creo que ese punto de luz ha comenzado. ¿Cuántos años costará? Depende de nuestro trabajo.

Pero el número de abortos aumenta y los principales parlamentos mundiales y las Naciones Unidas consideran que es un derecho de la mujer.

En la ONU existe un debate interno. A pesar de que en los últimos años las libertades de la mujer se han planteado bajo el eufemismo de salud sexual y reproductiva capitaneadas por organizaciones como Planned Parenthood, a nivel político se están dando cuenta que pierden fuelle. Estas organizaciones han trabajado mucho por el derecho al aborto y por la reinterpretación de los derechos humanos de la Carta de las Naciones Unidas. Nuestra batalla está en defender a la mujer que sufre. Este mensaje está provocando cambios de mentalidad en los movimientos pro choice (a favor del aborto) en Estados Unidos o en algunos países de Latinoamérica, con gobiernos de izquierdas como el de Lula da Silva.

Y en España, ¿va a modificar el nuevo Gobierno del PP la actual ley del aborto?

Nuestro programa es muy claro: consideramos que el aborto no es un derecho. Y el PP, en sus sucesivos gobiernos, ha demostrado que cumple el programa. Las bases del PP están en contra de este derecho y se muestran defensores de la vida. Lo que aparece en el programa electoral es suficientemente significativo para modificar suficientemente la ley, para que el aborto no sea considerado un derecho. El PP dará una respuesta positiva a las expectativas que se han creado respecto al aborto.

Pero en Nuevas Generaciones hay voces discordantes…

A veces pueden surgir declaraciones de personas que hacen cabeza que dan la impresión de que su opinión es la de sus representados y pueden provocar cierta ambigüedad con el proyecto del partido. Pero hemos demostrado que nuestro programa se fundamenta en el humanismo cristiano. Si no fuera consciente de que estoy apoyando la esencia de mi partido, probablemente sobraría.

Provida echa en falta más apoyo y ayudas por parte del gobierno del PP…

Nos hemos comprometido a presentar una ley, y creo que será una de las primeras, de protección jurídica de la maternidad, que ponga en valor la vida del niño por nacer y el de la maternidad. Con ello, apoyaremos a todas las mujeres embarazadas que se encuentren con problemas económicos, sociales, laborables. Incluso, nos planteamos flexibilizar los mecanismos de adopción. Aunque según todos nuestros estudios, a la mujer que se le ayuda para que siga con su embarazo, un porcentaje altísimo no solo no aborta, sino que se queda finalmente con su hijo. Esta ley contemplará ayudas concretas.

¿Y respecto a otras leyes como la investigación biomédica o el divorcio expres?

Hay alguna legislación que habría que reformar como la ley de la investigación biomédica con embriones crioconservados. Hemos visto estas semanas que multinacionales abandonan esta investigación [con células madre embrionarias] porque no consiguen resultados positivos. Lo que es un sinsentido es la cantidad de embriones que tenemos congelados sin darle una solución ética. Respecto al divorcio expres, pensamos que el Estado tiene la obligación de proteger una institución tan básica como el matrimonio. Creo necesario un tiempo de reflexión antes del divorcio porque se ha demostrado que en países que lo han incluido más de la mitad de las parejas volvían a recuperar su vida en común.

Ahora usted está en el Senado. ¿Siguen quedando diputados coherentes en el Congreso para modificar la actual ley?

Sin duda alguna y son muchos. Pero como senador sigo teniendo fuerza. Además, desde la Asociación Española de parlamentarios por la Familia y la Dignidad Humana, trabajamos con todos los grupos parlamentarios, también con los de izquierdas. Alrededor de un 15% de parlamentarios del PSOE se mostraban contrarios a considerar el aborto como un derecho. Y también estamos observando que muchas mujeres políticas, al ser madres, cambian su percepción hacia el aborto.

¿Cuáles son los próximo objetivos como presidente de Acción Mundial de Parlamentarios y Gobernantes por la Vida?

Tenemos representación parlamentaria en 40 países. Asociaciones como la de España solo hay en México y Paraguay, pero pronto se constituirán otras. En Polonia se está llevando a cabo una labor ingente a favor de la vida humana. Mi papel es coordinar las acciones que se llevan a cabo a nivel mundial, promover políticas a favor de la vida y frenar con argumentos razonados las acciones en contra de la vida. No tenemos todavía personalidad jurídica pero queremos entrar en Naciones Unidas. Estos últimos 20 años, las personas pro-aborto han trabajado muy fuerte y han conseguido cotas de poder que tampoco se corresponde con el apoyo que tienen en la sociedad. Nosotros debemos trabajar más y mejor que ellas.





domingo, 4 de diciembre de 2011

Ciencia y fe. La copa y el fondo

Decía el gran físico y filósofo Carl Friedrich von Weizsäcker que «el primer sorbo de la copa de la ciencia aparta de Dios, pero cuanto más se bebe de ella... más claro se ve en su fondo el rostro del Creador».

 Artículo de Juan Manuel de Prada/ www.xlelsemanal.com /del 27.XI-4.XII.2011


Decía el gran físico y filósofo Carl Friedrich von Weizsäcker que «el primer sorbo de la copa de la Ciencia aparta de Dios, pero cuanto más se bebe de ella... más claro se ve en su fondo el rostro del Creador». La idolatría de la ciencia pretende justamente lo contrario: pretende que el conocimiento científico y la fe religiosa son irreconciliables; y que la misión de la ciencia no es otra sino instaurar un Paraíso en la tierra que expulse la fe al lazareto de las supersticiones. Inevitablemente, cuando la ciencia se endiosa y se hace idolatría, acaba exigiendo que no exista ninguna instancia moral que pueda poner cortapisas a su desarrollo: todo lo que es científicamente posible -afirma esta nueva forma de mesianismo científico- debe hacerse sin vacilación.

Durante siglos se entendió que ciencia y fe proporcionaban formas de conocer la realidad complementarias con metodologías distintas. La fe proporcionaba un conocimiento sobre Dios y sobre los planes de Dios para el hombre, sobre el sentido de la vida humana. La ciencia, por su parte, proporcionaba un conocimiento sobre el funcionamiento de la materia.

Para un creyente, la ciencia no supone ningún obstáculo a su fe, puesto que ningún avance científico podrá jamás negar la existencia de Dios; por el contrario, el creyente verá siempre en la ciencia una posibilidad de avanzar en el conocimiento del universo, de las realidades empíricas, en definitiva de la Creación; y este mejor conocimiento de la Creación lo hará más consciente y agradecido de la existencia de un Dios Creador que ha querido manifestarse a través de sus obras.

Pero llegó un momento en que la idolatría de la ciencia quiso erigirse en la única sabiduría o certeza posible; todo lo que no se pudiera cobijar en el ámbito científico quedaba automáticamente descalificado, como mera superstición u opinión prescindible.

La idolatría de la ciencia pretende que el conocimiento empírico que nos brinda la ciencia, es decir, el conocimiento de la materia y de sus propiedades, invada ámbitos que le son ajenos. La ciencia, por mucho que avance, no podrá explicarnos jamás la genialidad de una obra artística, ni dictaminar sobre nuestros sentimientos... simplemente, porque son realidades que no pertenecen al orden material. Y, sin embargo, son realidades plenamente existentes que exigen otras formas de conocimiento.

Pero la idolatría de la ciencia pretende dar respuesta también a esos ámbitos de la realidad que la ciencia verdadera considera ajenos a su competencia. Pretende convencernos de que la genialidad de una obra artística depende de las reacciones químicas que su contemplación produce en nuestro organismo; pretende explicar genéticamente la índole de nuestros sentimientos... y pretende, también, negar la existencia de Dios.

Negando la existencia de Dios, en el fondo, la idolatría de la ciencia niega la existencia de un Logos, de una Razón Creadora; y en un mundo carente de razón, sometido por lo tanto al caos, es más fácil defender la actuación de una ciencia liberada de todo tipo de trabas éticas o morales, una ciencia que ya no se conforma con escudriñar las leyes más íntimas de la naturaleza, sino que aspira a hurgar en ellas a capricho, aspira a alterarlas, a contrariarlas, a invertirlas, a abolirlas en fin, con la coartada de propiciar un mayor progreso humano.

Pero ese mesianismo científico que se nos ofrece como una suerte de panacea universal se revela, a la postre, una trampa saducea: las coartadas para propiciar un mayor desarrollo humano acaban convertidas en instrumentos de una mayor destrucción humana. Así ocurrió en el pasado en el ámbito de cierta investigación atómica, que acabó abriendo las puertas a la creación de armas mortíferas; así ocurre hoy, por ejemplo, en el ámbito de cierta investigación genética.

Pero este mesianismo científico que postula que todo lo que puede hacerse debe hacerse sin interferencia de escrúpulo moral alguno está siendo, a la postre, la tumba de la verdadera ciencia, que cada vez tiene más dificultades para hacerse escuchar en el concurrido manicomio de una ciencia demente que, en su alocada carrera en pos de beneficios pingües y espectacularidad mediática, no vacila en fomentar los métodos más sensacionalistas y en infundir las esperanzas más quiméricas entre quienes padecen enfermedades incurables, con tal de acrecentar su predicamento.

Así la ciencia se convierte en superstición, que era exactamente el calificativo que los idólatras de la ciencia reservaban a las creencias religiosas.







El coherente


por Alfonso Ussía

Por respeto a su condición de antiamericano y anticapitalista, no se acepta el «Oscar»

4 Diciembre 2011

Me divierte esta gente. Ya no saben qué hacer para llamar la atención. Su «marketing» –perdón por la cursilería– se sustenta en la grosería calculada y la incoherencia.  

Hace pocos días, el Instituto Reina Sofía de Nueva York entregó sus premios. No tengo la relación de los miembros que componen su jurado, pero me temo más de una sorpresa. Entre los premiados estaba el inevitable Javier Bardem. Todos los presentes, empezando por la Reina, protocolariamente vestidos. Pero como Javier Bardem es comunista y republicano, se presentó sin corbata para parecer más de izquierdas. La Reina le entregó su medalla y Javier Bardem se la agradeció recordando a la Reina su condición de republicano, detalle que a la Reina y al resto de los presentes les importa un bledo. El día que le concedan el Premio Quesos de Castilla, lo dirá cuando reciba el queso: «Muchas gracias, pero soy republicano».  

Años atrás, encabezó el movimiento de la Ceja con su oposición a la guerra de Irak y llamó asesino a Aznar. Poco después, el Gobierno socialista de Zapatero mandó a nuestros soldados a luchar en la guerra de Afganistán. Pero Bardem se calló, seguramente por su condición de republicano. También, desde su condición de anticapitalista y antinorteamericano, montó un «lobby» para acceder a la posibilidad de ser premiado con un «Oscar». Es un buen actor y ganó el «Oscar». Y a pesar de que se lo daban en los Estados Unidos lo aceptó encantado, olvidando su condición de antinorteamericano, anticapitalista y republicano, que allí en Estados Unidos significa ser muy de derechas.También es un decidido defensor de la causa palestina, y los judíos le caen muy mal. Pero lo que son las cosas. Ingresó a su mujer, Penélope Cruz, en unos de los hospitales más caros del mundo para que ésta diera a luz al hijo de ambos. En un hospital de Los Ángeles  fundado y administrado por la comunidad judía. Lo normal y lógico en un antinorteamericano, anticapitalista y antisemita.  

El feliz matrimonio viene poco por España, porque aquí el cine no tiene dinero, y el anticapitalista busca dólares en otros mercados. Pero como las raíces tiran, el joven matrimonio anticapitalista, antinorteamericano, antisemita y republicano ha elegido para vivir la urbanización «La Finca», la más exclusiva de los entornos de Madrid, y hace muy bien, porque un comunista anticapitalista tiene todo el derecho a vivir entre multimillonarios si puede mantener ese nivel de vida. Y cuando le pregunte un inocente militante comunista el motivo de tanto lujo, el coherente le responderá: «Ya ves, vivo ahí, pero soy republicano».  

Sentirse comunista, antinorteamericano y republicano, no garantiza la coherencia. Por respeto a la Reina, pero más aún, por respeto a su condición de republicano, no se acepta el premio del Instituto Reina Sofía, y si se acepta, se acude vestido de premiado, no de grosero marginal. Por respeto a su condición de antiamericano y anticapitalista, no se acepta el «Oscar». Por respeto a sus simpatías palestinas y desafectos hacia Israel, no se tienen los hijos en un hospital judío carísimo. Y por respeto a su condición de comunista, no se hace uno una casa en la urbanización más selectiva de Madrid. Y todavía hay gente que admira su militancia en la izquierda. Gente muy divertida, por otra parte.